Para el propietario Bert y el primer mecánico Gerrit, se trata realmente de una pasión. Han conseguido hacer de su afición su trabajo, dicen. Su especialidad: los grandes motores americanos para muscle cars y carreras de stock cars. Pero tampoco se amilanan ante un ciclomotor de 30 años o un motor marino antiguo. Gracias a sus más de 40 años de experiencia, Gerrit en particular lo sabe casi todo sobre el funcionamiento de los motores. Bert admite sinceramente que sigue aprendiendo algo nuevo sobre motores y piezas de motores todos los días y que "a veces se siente como un becario" en su propia empresa. En LMR aprovechan con gratitud todos los conocimientos de los especialistas de Wilmink.

El conocimiento es la palabra clave, incluso en las carreras

Su propietario, Bert de Vries, afirma: "Naturalmente, nos gusta tener en stock las mejores piezas de recambio. A menudo, los clientes tienen prisa. A veces quieren participar en una carrera campo a través la semana siguiente; la moto tiene que estar en perfecto estado entonces. No siempre es posible tener todo en stock. También hay que saber lo que ofrecen los mejores proveedores, como Clevite, CP-Carrillo y MAHLE Motorsport. En nuestro sector, lo más importante es la calidad. A veces, el precio queda relegado a un segundo plano. Ahora ya sabemos cuáles son las diferencias y en qué debemos fijarnos. Y seguimos aprendiendo cada día. A Wilmink Engine Parts le gusta pensar con nosotros. Eso marca una gran diferencia.

No es una empresa de revisión estándar

No hay muchas empresas que hagan este trabajo especializado. Bert es propietario de LMR desde 2021 y tiene experiencia en motores para la industria alimentaria. Llegó a LMR de forma privada durante muchos años gracias a su pasión por las carreras. El mecánico Gerrit lleva más de 40 años trabajando pacientemente con potentes motores V8 en LMR; tiene una ligera preferencia por los motores Chevrolet. Bert prefiere trabajar con motores Dodge y Chrysler. Durante una revisión a fondo, los profesionales de LMR también fabrican o mejoran piezas ellos mismos. Funden cojinetes, por ejemplo, o fabrican sus propias camisas de cilindro para un bloque especial de motor Weber V10. Sea cual sea el problema, en LMR encontrarán una solución. "Todo lo que los clientes nos confían tiene que volver a funcionar perfectamente después de una revisión. Aunque eso signifique rectificar un cigüeñal durante dos horas".

Siempre en busca del mejor resultado

En LMR animan a los mecánicos más jóvenes a encontrar soluciones creativas. "Una vez que dominan las máquinas en nuestro moderno taller, a veces les decimos: también se puede aprender de un error. Ese 'error' suele aportar otra solución o ángulo nuevo en el que no habías pensado antes". Por supuesto, los clientes de LMR sólo pueden contar en última instancia con el mejor resultado final, sin problemas. Tras un breve periodo de recuperación en LMR, su motor vuelve a estar sano, ágil, eficiente y fiable. Eso es lo que cuenta, especialmente en el vertiginoso mundo de las carreras.

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